Los establos de suelo fijo tienen suelos completamente pavimentados sin juntas. Este diseño permite una limpieza sencilla y ofrece una superficie de paso antideslizante y uniforme para los animales. Estos establos se utilizan a menudo en explotaciones lecheras y de engorde para garantizar condiciones higiénicas óptimas.
En establos de suelo ranurado, los suelos están equipados con ranuras estrechas, a través de las cuales los excrementos caen directamente en una fosa subyacente. Este diseño reduce el contacto directo de los animales con los excrementos y facilita la limpieza.
Los establos de suelo inclinado utilizan una superficie de descanso inclinada, desde donde los excrementos son transportados al pasillo inferior por el movimiento de las patas de los animales. Esto permite una separación natural entre las áreas de descanso y alimentación, mientras los excrementos se deslizan continuamente y se pueden retirar regularmente.
En los establos de sujeción, los ganados están atados a lugares fijos, lo que requiere un manejo especial de los excrementos. Los excrementos caen directamente detrás de los animales en canales o fosas y deben ser retirados regularmente.
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